Se suele realizar la toma fotográfica como mínimo seis semanas antes de la fecha oficial, si lo que quieres es tener vuestras fotos, recordatorios, álbumes y recuerdos para el día de la comunión. Tendrás tiempo de sobra para elegir todo (álbumes, recordatorios, copias, regalos…). Eso sí, te recomendamos reservar en cuanto tengas claro que vas a trabajar con nosotros, para evitar ‘atascos’ en nuestro calendario.

Existe una segunda opción, cada vez más demandada: hacer la sesión después de haber tomado la comunión. Tiene varias ventajas: no hay que tener tanto cuidado con la ropa, hace mejor tiempo y no tienes que preocuparte por cerrar corriendo la fecha del shooting, dado que lo fuerte de la campaña ya habrá pasado y tendremos más fechas disponibles.

A veces también llevamos a cabo un híbrido entre ambas opciones, una especie de ‘antes y después’. Es decir: una pequeña sesión solo con el traje o vestido antes de la comunión (sobre todo de cara a posibles recordatorios, que sabemos que suele ser un tema importante), y la sesión con la familia una vez haya pasado todo.

Puedes reservar desde que tengas clara la fecha de la ceremonia o desde que tengas claro que quieres trabajar con nosotros. Ya sea el mismo año o para el siguiente. Te tomaremos todos los datos y, unos meses antes comenzaremos a hablar. A partir de ponernos en contacto ya iremos cerrando todo, para que no quede suelto ningún hilo. Y, recuerda: estamos para ayudarte.  😉